Picaflor

lunes, 23 de mayo de 2011

Las alas del mundo animal

¿Cuál cree usted que vuela mejor: un murciélago, un insecto, un pájaro o un avión? Aunque parezca mentira, el avión no puede compararse con las pequeñas maravillas de la naturaleza, pues estas “poseen características excepcionales para volar pese a las ráfagas de viento, la lluvia o la nieve”, dice Wei Shyy, profesor de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad de Michigan.* ¿Cuál es el secreto? Sus alas móviles: la envidia de los aviadores desde que el hombre se elevó del suelo.

Analice lo siguiente: Mientras algunas aves e insectos vuelan, sus alas cambian constantemente de forma para adaptarse a las necesidades, lo que les permite flotar o realizar maniobras repentinas. La revista Science News informa sobre los murciélagos: “Cuando vuelan lento, a un metro y medio por segundo aproximadamente, doblan la punta de sus alas hacia arriba y las doblan hacia atrás para ascender con rapidez. Los investigadores [han] deducido que esta técnica [...] les da impulso y empuje”.

Todavía queda mucho por aprender de los animales voladores. “Físicamente hablando, ¿qué efecto producen en el aire para recibir el impulso necesario?”, se pregunta Peter Ifju, profesor de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial de la Universidad de Florida. Y añade: “Existe un sinfín de efectos aerodinámicos que sencillamente no comprendemos. Observamos lo que [las aves y los insectos] hacen, pero no sabemos cómo lo logran”.

¿Qué piensa? ¿Son las adaptables alas de los animales voladores producto de la casualidad, o del diseño?



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